sacás un libro del bolso y lo dejás sobre tu falda
yo me animo a mirarte el perfil y vuelvo los ojos a la calle.
después lo ponés sobre el tablero y decís que es para mí
que algo ahí me habla y que siempre es mejor así.
yo siento que no debería manejar pero también
que alguien tiene que hacerlo.
avanzamos lentamente por la calle que lleva hasta tu casa.
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