Perdoname mi amor pero tuve que hacerlo
Lentamente habías comenzado a hablar el lenguaje de los otros
a coser los sueños con tanza
a oír los llamados de Moscú
y yo ya no podía encontrarte bajo toda esa pila de trapos sucios
entre los nombres de lo real
Y ahora que lo pienso quizás hasta sea más simple el dibujo en la pared
y vos también hayas tenido algo de razón
pero es que estoy como llamado a ver el incesante desfile de elefantes blancos
por las calles de mi casa
de cualquier casa
y a cultivar sus ritos paganos y elegantes tan hermosos como el sonido
de las patas de un gorrión sobre el metal de la ventana
o tus ojos húmedos diluyéndose perfectos en el tiempo
Digo que desde siempre preferí jugar a lo sagrado
y tan definitivo como una fotografía
y a cuidar lo mejor de nosotros entre toda esta densa niebla
entre lo gris del fondo del cielo